Reflexiones sobre Legado Perú: potenciar sueños y construir comunidad
¡Tú también puedes hacerlo!
Cuando pienso en el viaje que fue Legado Perú, me invade la gratitud y la inspiración. Lo que empezó como una idea audaz se convirtió en una experiencia extraordinaria que transformó no sólo a los participantes, sino también a mí mismo.
El concepto de Legado Perú se inspiró en algo que conocí en Honduras, un programa llamado Emprende que Antonio compartió conmigo. Me recordó mis propios comienzos, cuando Richard me ayudó a poner en marcha mi primer negocio. Pensé: ¡Qué gran oportunidad! ¿Por qué no llevarlo a Perú? Y así empezamos.
¿Qué es Legado Perú?
Legado Perú es más que una conferencia. Es una plataforma para empoderar a los emprendedores proporcionándoles herramientas, recursos y tutoría para ayudarles a liberarse de las mentalidades limitantes y crear futuros sostenibles para ellos y sus familias. Inspirado por iniciativas como Emprende y apoyado por principios de fe y comunidad, Legado Perú es un lugar donde las ideas echan raíces y florecen.
Uno de los aspectos más destacados del programa son los Premios Legado, que reconocen los tres mejores planes de negocio presentados por los participantes. Estos premios van acompañados de financiación inicial para ayudar a los ganadores a dar vida a sus visiones. Este año, los ganadores representaban a diversos sectores y demostraron una creatividad y una determinación increíbles:
1er premio: Un negocio de cosmetología que prevé capacitar a las mujeres a través de la belleza y el autocuidado.
2º puesto: Una panadería comprometida a llevar alegría a la comunidad con deliciosos productos caseros.
Tercer premio: Una agencia de marketing centrada en ayudar a las pequeñas empresas a prosperar mediante estrategias innovadoras.
La verdad es que no tenía ninguna expectativa específica cuando llegué a la conferencia. Lo único que quería era bendecir a mi gente, no sólo orando o predicando, sino dotándoles de herramientas prácticas para construir un futuro mejor para sus hijos. ¿Los resultados? Superaron con creces todo lo que podía haber previsto.
Fue inspirador ver cómo los participantes se implicaban a fondo en cada sesión. Sus preguntas reflejaban el deseo de aprender, crecer y actuar. Nunca olvidaré los momentos del taller de finanzas en los que vi cómo la chispa de la comprensión iluminaba sus rostros. Casi se podía oír el clic cuando sus perspectivas cambiaban y nuevas posibilidades se hacían evidentes.
La organización de esta conferencia no estuvo exenta de dificultades: fue, como mínimo, agotadora. Pero aprendí que este tipo de trabajo es una de las mejores maneras de encarnar a Cristo ante los demás. Se trata de satisfacer necesidades prácticas y capacitar a las personas para que prosperen en todos los aspectos de su vida.
Uno de los aspectos más gratificantes de Legado Perú fue ser testigo del sentido de comunidad que surgió. Incluso después de la conferencia, los participantes siguieron en contacto, compartiendo ideas y colaborando en proyectos. Es un recordatorio de que el verdadero impacto va más allá de los momentos individuales; se trata de crear espacios donde las personas puedan conectarse y crecer juntas.
Escuchar las historias de los ganadores y ver cómo sus planes cobran vida gracias al apoyo de los Premios Legado. Estas empresas son más que emprendimientos: son semillas de transformación para sus comunidades.
Después de la conferencia, tuvimos la oportunidad de visitar Machu Picchu, que nos dejó sin aliento. Estar en medio de una belleza tan impresionante nos pareció una forma adecuada de cerrar este capítulo, reflexionando sobre lo que habíamos logrado y soñando con lo que está por venir.